Viedma.- Tras la publicación del artículo donde una mujer pedía la destrucción de un aguantadero establecido en la calle 15, desde la Unidad 34 comenzaron un trabajo de prevención en el lugar y ya encontraron a 7 jóvenes en distintas situaciones consumiendo drogas y alcohol.
Las viejas paredes destruidas, escondidas en la oscuridad de la noche, sobre la calle 15 al 200 a muy pocos metros de la transitada calle 22 sirven de consuelo para aquellos jóvenes que sólo buscan escapar de una realidad difícil, complicada, desalentadora. Van a ese lugar cuando cae la tarde, exclusivamente a drogarse y tomar alcohol.
Una madre, vecina del lugar, volvió a hacerse eco de un reclamo que hace 8 años se viene realizando pero no es escuchado por quienes deben tomar cartas en el asunto. Sólo piden que derrumben esas paredes o cierren el lugar, tan sencillo como eso.
Desde la Unidad 34, comenzaron el trabajo que quizás debe realizarse desde otras áreas. Recorren el lugar, interceptan a los jóvenes y ubican a sus padres para luego tratar de aconsejarlos desde la Oficina de Asuntos Tutelares. El lunes habrá un encuentro con los padres de los siete chicos encontrados, para intentar apartarlos de la realidad de la droga.
Una parte del gran eslabón de la cadena ya comenzó su trabajo, resta que el resto de los integrantes aporten su grano de arena para empezar a construir otra realidad.
Por Alejandro Azaroff
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