Viedma.- Una niña que dormía en su cama cucheta en el barrio Lavalle no terminó herida de casualidad luego que tirotearon su vivienda en la calle 12 al 600. Prevén un ajuste de cuentas, pero el policía dueño de la casa no apuntó contra nadie en especial.
Alrededor de las 2.30 de la mañana, un hombre se paró frente a la casa ubicada en la calle 12 al 600, a metros de la artería Nº 19. Empuño un arma hacía la vivienda y realizó una serie de disparos que afortunadamente no dieron en ninguna persona.
Uno de los proyectiles pegó en la pata de una cama cucheta, que personal de Criminalística tuvo que extraer de la madera con una pinza para poder analizarlo, a muy pocos metros dormía una niña.
La sucesión de tiros también alcanzó una chapa que había en el ingreso de la vivienda, una pared del frente y varios elementos más. Criminalística trabajo en el lugar para tratar de dar con elementos a analizar, pero la oscuridad de la noche imposibilitó en gran parte el trabajo, por lo que decidieron retornar en la mañana.
La vivienda baleada es de un efectivo policial que ya había tenido un ataque similar en el mes de febrero, tras haber participado de un procedimiento en la calle 10, donde también se registraron hechos delictivos. Todos los disparos fueron realizados desde la vereda de la casa y a pesar que no se contabilizaron la cantidad de disparos se presume que fueron al menos cinco tiros.
La víctima del ataque no apuntó contra nadie en especial en la Comisaría 34, ya que considero que no había motivos específicos para que atenten contra él y su familia.
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