jueves, 5 de agosto de 2010

Testimonio de Pedro Pablo: Ex Guardia Cárcel

Viedma (El Delitómetro).- Un extenso diálogo, distendido, anecdótico también (si se quiere), nos brindó para uno de los primeros programas de El Delitómetro, este ex Integrante del Servicio Penitenciario Federal. Actualmente vive en Viedma, está retirado, tiene un comercio de venta de productos alimenticios y recordó varios pasajes de su vida dentro de las distintas cárceles en las que tuvo que convivir en ocasiones con más de 1.700 presos.



Pedro tiene la mirada casi triste, pero dura y fría a la vez. Se nota cuando habla que ha pasado por situaciones durísimas. No es para menos. Las marcas de la cárcel no sólo le quedan a los presos, sino también a los que están del otro lado de las rejas, quienes tienen que convivir con el sufrimiento del que está privado de la libertad, pero también con las frustraciones, sus broncas, sus locuras, la violencia y la promiscuidad.


Es un ámbito en el que algunos de los que están de ese “otro lado” pero dentro de la misma institución, sufren más que otros.
Hay algo que se notó permanentemente en Pedro y esto, es prácticamente coincidencia en todos los ex guardia cárceles: la limpieza, los quehaceres de cada pabellón, son rutinas exigibles y tomadas como “hacer conducta” esto significa que el detenido, es tomado a raíz de esa acción, como una persona responsable de sus actos, ordenada. Se da como una metódica manera de vigilar a la población carcelaria. Los otros los “cachivaches, los que se fugan (más allá de ser algo innato en la persona, la búsqueda de la libertad), es visto desde la postura de los uniformados, como una persona peligrosa, desordenada, que no merece el respeto del sistema, es el que no se amolda, el que más castigos debe recibir, el que no se somete a las pautas establecidas por el Sistema.


En este testimonio, este ex cuadro superior de la Penitenciaría Federal, comentó esos detalles, esos pormenores de lo que ocurría dentro de las cárceles. Los miedos, el dolor, la muerte, la solidaridad, las actitudes, los berretines, todo lo que ocurre en ese bajo mundo de la delincuencia que se intenta corregir desde una institución como es la prisión, en la visión y la experiencia de este ex integrante de la fuerza.



Periodista: Ex Guardia Cárcel, por qué.. qué pasó te fuiste, te echaron?
Pedro: Me retiré. Estoy jubilado.
Periodista: En qué año asumiste como Guardia Cárcel?


Pedro: En el año 1.976, entré a la Escuela, en la peor época, la escuela estaba en la misma cárcel de Devoto, ahí te “lavaban la cabeza” tenías que convivir con más de 1.700 presos, éramos jovencitos, imagináte que teníamos miedo, pero bueno, había que estar tranquilos, tener mesura, en fin. Me recibí en el año 1.977
Me tocó hacer el curso, primero, te hacían lavado de cabeza completo, se hacía ahí mismo, un curso de ocho meses, te hacían conocer los pabellones.




Periodista: llegaste a ser inclusive Jefe de Unidad?
Pedro: fui jefe de turno, jefe de Servicio y Jefe del Grupo de Acción Inmediata, era como una especie de BORA (N de la R….BORA: Brigada antimotines, que actualmente opera en la policía rionegrina) que teníamos la tarea de controlar que nadie se escapara, porque teníamos que custodiar el presidio, la plaza, que no se fugaran los detenidos, ya que había desagües que van para el Río de La Plata, eso se controlaba todos los días, todas las noches, pero se hacía tanto por dentro como por fuera de la prisión.
Periodista: Dentro del grupo de Guardiacárceles que te tocó manejar, de tus compañeros, qué formación tenían, qué estudios?

Pedro: Todos tenían nivel terciario
Periodista: pero generalmente el que tiene terciario es el cuadro superior, porque también existen los ñames, le podemos explicar a la gente qué son los Ñames?
Pedro: sí.. se les llama así a los que vienen del Norte del País, con poca formación, con poco estudio, el típico milico bruto, que no tiene formación, el que convive más horas con los presos, el que está al lado de los pabellones, el que la padece más.

Nde la R (Ñame: es el diminutivo de Ñamenbüi término utilizado en el norte que deriva del Guaraní).

Periodista: son los que pegan, no, ?

Pedro: sí, esos son los que saben pegar, saben dónde pegar y cuándo, se nutren de eso, saben y nosotros mirábamos.


Periodista: Cuáles eran las directivas que bajaban para controlar a tanta gente de la población carcelaria? Se podía aplicar eso de regenerar al delincuente que cumple condena?

Pedro: sí… eso sí funcionaba, no era muy difícil, manejarlos… fijáte que del total de la población, hablamos de 1.700 presos, 1.500 eran manejables, los revoltosos, los cachivaches, eran 200, esos cobraban todos los días como en el Banco Nación. Los teníamos aparte. Los demás no tenían problemas, eran manejables, cumplían con lo que tenían que cumplir, dentro de las reglas, trabajaban, estudiaban, limpiaban, los otros no estaban en dos o tres pabellones, eran 200 o 300 más o menos.

Periodista: Convengamos que Villa Devoto nunca fue una Cárcel Modelo


Pedro: no…no por supuesto, ocurre que era una cárcel de procesados.

Periodista: y hablando de tanta cantidad de gente, seguramente la promiscuidad estaba a la orden del día, no? Es cierto eso que cuando ingresa un nuevo interno lo violaban o lo querían tener de mujer?

Pedro: Sí eso era moneda corriente, lo quieren agarrar de mujeres, algunos aflojan, otros pelean toda la noche, al otro día lo llevan al Juzgado. Yo conocí a varios, algunos decían “Jefe, yo no soy mujer afuera, no tengo mujer afuera, menos voy a ser acá adentro”. Obviamente que cuando aflojan los hacen lavar la ropa, limpiar y de paso… cañazo. Salían de la cárcel iban al juzgado, al otro día, todos golpeados.

Periodista: estaba el berretín de que cuando uno entraba algún preso nuevo, lo lo usaban a través de los parientes es decir, es cierto que te averiguan todo y pueden los demás obtener yerba, azucar, libros..
Pedro: y hasta falopa… también eso… entre las ropas…. Las mujeres en sus intimidades.


Periodísta: al hablar de presos nuevos, novatos, me imagino que los querían usar de mujer, el grupo de cachivaches, me imagino lo que harían con los violadores…
Pedro: Mirá a los primeros que les daban con todo, era a los violadores. Además tenemos que tener en cuenta que el mismo celador, el mismo Ñame, es el que les avisa a los demás presos “che este es violador” y ahí, sabés…listo, le dan con todo.

Periodista: Alguna vez en tus años dentro de las cárceles, nunca hubo un intento de formalos a los denominados ñames, capacitarlos.
Pedro: No, no para nada, ellos tienen sus cursos, de ingreso, su capacitación es mínima, pero no es formativa, a nosotros los cuadros superiores sí.





Periodista: Cuál fue la peor etapa de tu carrera en lo que fue tu actuación como penitenciario?

Pedro: la peor de las etapas fue a la vuelta, porque yo en principio estuve entre los años 1.978 a 1.980, en Devoto. Luego me trasladaron a Río Gallegos, a una unidad espectacular, donde los presos eran correctos, excelentes, era una cárcel modelo, era la Unidad 15 de Río Gallegos. En el año 1.988 nos vuelven a trasladar nominados de nuevo a Devoto, nominados.

Periodista: qué significa nominado?

Pedro: que en realidad fuiste bueno en tu primera etapa en Devoto, y luego los quince que comenzamos al principio, fuimos convocados para volver, el mismo jefe de la cárcel nos dijo que “ustedes fueron nominados, porque esto cuando estaban ustedes funcionaba bien ahora es un desastre”. Imaginate que en esos años era un despelote, porque había aparecido el sida, era un desorden total. Fue así que esa primera noche, preguntó el Director de la Cárcel ¿quién se queda? Bueno decidí quedarme de turno yo. Esa fue la peor noche de mi carrera, porque se me quisieron fugar 7 presos. Habían roto instalaciones del pabellón 15 donde estaban los presos más revoltosos, lograron romper las rejas, entonces con sábanas anudadas unas a otras se lanzaban, se tiraban de los pisos superiores. Vos tenés que tener en cuenta que Devoto, es grande, es como una ciudad. Se hacía difícil la búsqueda, había que encontrarlos en un ámbito donde estaba todo oscuro, no había luces, no funcionaban los ascensores, no andaba absolutamente nada.

Encima se tiraban y lo hacían con las facas, las facas, son los elementos punzocortantes que ellos fabricaban con patas de cama, con el Brand Metal (Nde la R marca de estufas) le sacaban el cosito que iba arriba lo enderezaban y se ataban todo eso en la mano, con trapos, sábanas… ¿ cómo se lo sacás de ahí?... con eso te peleaban.


Periodista: Los rechifles me imagino eran tremendos, los motines…
Pedro: terribles, sí, terribles

Periodista: por qué se inicia un motín en una Cárcel, en este caso, en Devoto, que a vos te tocó custodiar, cuáles son los principales motivos que los originan?
Pedro: Generalmente lo organizan los presos avezados por la comida, la visita, o porque algunos quieren ir a otras cárceles, porque ahí se aburren o tienen amigos en las otras instituciones, entonces participan todos, pero siempre se da por las visitas, por los horarios de mirar televisión, no quieren tantas restricciones, ahí se arman tremendos rechifles, queman colchones, rompen todo, toman rehenes, aprovechan a cortar los compañeros a los que le tienen pica, en fin, pasa de todo.


Periodista: Te ha tocado custodiar a algún asesino reconocido a nivel nacional?


Pedro: Sí, a mi me tocó al Asesino con Cara de Angel…. Carlos Alberto Robledo Puch. También lo tuve a los hermanos Shocklender uno se terminó recibiendo de abogado y el otro de Sociólogo.



Periodista: Contame sobre Robledo Puch, porque afuera era terrible, mató mucha gente, pero adentro cómo era?


Pedro: adentro, se portan bien, hacen conducta, se les achica la pena, ellos cocinaban, limpiaban, adentro son vivos, afuera son estúpidos, una vez por mes se hace un examen de quién se portó mal, lo hace el servicio de psicología y criminlogía, entonces, ellos evalúan, quién es apto para achicarle la pena, entre otros aspectos. Tenía adentro una conducta intachable, Robledo Puch, era un señor. Si se portan mal cumplen la condena completa.


Periodista: Según el libro de Shocklender se complicaba mucho para que los presos estudiaran, el fue uno de los promotores para que estudiaran, por qué ¿ qué pensas vos que plantea trabas del sistema.

Pedro: yo entiendo que la cosa pasaba porque siempre, viste hay presos, y presos. Es decir, hay alumnos y alumnos, y guardiacárceles, los alumnos iban a veces a la Universidad de la cárcel prácticamente creada por Shocklender, pero algunos iban a molestar, a joder, entonces, le perjudicaba a los que querían estudiar seriamente.


Periodista: A lo largo de tu carrera, hubo algo que te haya impresionado algún hecho particular de tu paso por la penitenciaría, algo que te haya marcado?..


Pedro: Tengo la impresión…yo tenía que tomar el turno en Río Gallegos a las 7 de ka mañana en la Unidad 15. Vino el Chofer a las 6.30 hs a buscarme, temprano a casa, yo tenía una casa allá en el Sur. Entonces me dijo “Jefe lo vine a buscar porque ocurrió un desastre en la Unidad”, me lo dijo temblando como un papel. Le pregunté sorprendido qué había pasado? Y me dijo “no Jefe vamos que le voy contando en el camino”.

Ocurrió que uno de los milicos, oriundo del Norte.. de Jujuy, hacía como una semana que no iba a trabajar. Vivía en el Casino de Suboficiales a la vuelta de la Unidad. El tipo había enloquecido, hasta que un día el tipo se presentó a la madrugada, dijo “vengo a trabajar “ el era armero, bueno, le abrieron la reja, la armería, bueno el tenía también la llave. Sacó un Fal, y qué hizo? Mató a un compañero el último que le había abierto las rejas, luego le disparó a otro y también lo mató al que estaba en la garita, el tercero que estaba en la cocina alcanzó a correr, escapó pero con un disparo en los glúteos, se salvó.

Entonces otros que estaban sancionados, se les decía piecita rosada, estaban presos, cerraron las puertas con trabas, ni bien escucharon el quilombo. En eso le avisan, logran avisarle al Director del Penal, que viven generalmente en la unidad, el otro loco se había acantonado en la guardia y meta disparar para afuera. El Director justo no estaba, por eso me fueron a buscar a mi.


Periodista: y cómo se manejó la situación?


Pedro: no..vos sabés que se manejó solo, sacó una granada la abrió y se la puso en la cabeza y voló en pedazos, un verdadero desastre. Eso fue uno de los hechos, que todavía lo tengo grabado en la memoria, como algo terrible, una mala experiencia.
Periodista: Ahora teniendo en cuenta esto, suele ocurrir que estos muchachos custodian las prisiones, enloquezcan, que tengan algún problema y en todo caso por qué puede pasar eso?
Pedro: y… creo que es la rutina… lo que los hace enloquecer, los cuadros inferiores viven con rutinas, el ruido de las llaves, los pasos, los ecos, las rejas, no tienen vida social, digamos, como los cuadros superiores, que no te creas que la pasan tan bien porque ellos digamos, también tienen sus rutinas. Pero en los cuadros inferiores, yo creo que pasa por la falta de vida social, ellos son los que más tiempo conviven con los presos, están al lado, son pobres como ellos. En cambio los cuadros superiores, van a fiestas, salen, se juntan, conocen gente. En cambio los inferiores, están con los presos, chupan vino en la guardia, ellos no van a jugar al Bowling, no van a jugar al Pool como nosotros, que íbamos a cazar, de pesca en fin, nos juntábamos con los de la policía de la provincia, jugábamos al fútbol, inclusive acá no se juntan tampoco.


Periodista: Cuando has tenido que tomar alguna decisión fuerte, que tuviste que pensar, ¡¡ pero, ésta justo me tiene que tocar a mi!! Te pasó alguna vez?


Pedro: Acá en Viedma cuando estuve en la Unidad 12, se me amotinó todo un pabellón.

Periodista: pero acá en Viedma es una colonia penal

Pedro: Sí… pero se me amotinaron todos los presos de un pabellón. Tuvimos que entrar, estaba yo como Jefe de turno, tuve que ir al frente, porque el jefe de turno es el que tiene que poner la cara, dar el ejemplo, entramos porque tuvimos una buchoneada de que estaban haciendo un tunel.

Periodista: y la buchoneada viene de parte de personal penitenciario o de los propios presos.


Pedro: no…..viene de los presos.
Periodista: lo cual confirma entonces, lo que se rumorea que hay presos que trabajan en connivencia con el Servicio Penitenciario Federal.
Pedro: y … sí, eso se le llama inteligencia, en cada pabellón tenemos algún buchón.
Periodista: no es literatur
Pedro: Es inteligencia, teníamos el dato hasta donde estaba la tierra guardada en las taquillas, en bolsas. Los presos piolas estaban sentados.



Periodista: Dicen que la Unidad 12 es un colador, que se escapaban a cada rato.


Pedro: no…nada que ver… eso lo niego rotundamente, ocurre que sí se escapaban porque los detenidos en la colonia, tenían muchos talleres, como ser talabartería, panadería, carpintería, chapa y pintura, bloquería, mosaiquería, hornos de ladrillos en las rutas, salidas laborales, entonces, aprovechan y bueno… se escapan.


Periodista: pero digamos, antes que el preso o determinada cantidad de presos salgan, a los talleres, ustedes previamente saben quién es el que va a volver y quién es el que se va a fugar?


Pedro: Sí

Periodista: pero ustedes entonces, no le avisan al Director de la Cárcel, mire Jefe este preso está propenso a escaparse…



Pedro: Sí le informamos todo, nosotros ya sabíamos de antemano quién era capáz de volver o de fugarse, los conocemos porque convivimos con ellos, le conocemos la personalidad, pero qué pasa, ocurre que eso lo maneja el Servicio Criminológico, los juzgados, los manejan por puntajes, este preso tienen cinco, seis, siete, ocho puntos, entonces, vos decis, pero este no puede ser que tenga tanto puntaje para salir, este es candidato a la fuga, entonces, uno después reflexiona que los papeles dicen una cosa, y los que los conocemos a los tipos decimos otra.



Periodista: hay cosas que dicen de las cárceles, he visto películas de cárcel de Argentina, y leí mucha literatura sobre el tema. Por ejemplo es cierto que muchas veces algunos presos salen de las prisiones en determinados horarios con la complicidad de directores de prisiones y efectivos de la penitenciaría conjuntamente con las policías provinciales? Para robar bancos, joyerías?



Pedro: no a mi no me consta, no me pasó nunca, pero sí se que ha ocurrido en la Cárcel de Caseros, yo estaba en Devoto. En Caseros ha ocurrido, mandaban presos a robar estaciones de servicio porque ahí estaba la plata fresquita. Ahí iban vamos y vamos, estaban todos prendidos, directores, ñames, penitenciarios, policías, la maldita policía, las bandas generalmente están integradas por ex policías o ex penitenciarios, caen todos. Es la realidad. El tipo de la calle viene de robar gallinas, por decir, pero claro, viene un tipo con más cerebro, más canchero, más pensante, te lava la cabeza, terminan integrando las bandas.



Periodista: es cierto que las prisiones son la gran escuela para aprender a afanar a gran escala?



Pedro: Sí…sin dudas, ahora más porque los tipos están bien informados, tienen toda la inteligencia, la tecnología, hacen robos virtuales, secuestros, tienen teléfonos dentro de las prisiones, en definitiva ahora hay una escuela adentro más sofisticada.



Periodista: qué reformas le harías al Servicio Penitenciario, a las cárceles, qué hubieras reformado en aquellos tiempos y qué le reformarías ahora?



Pedro: de aquel entonces, no reformaría nada. En capacitación si, pero fijate que de 1.700 presos, 1.500 se manejaban normalmente, pero ahora por ejemplo, entra cualquiera al Servicio Penitenciario, antes era más estricto, ahora toman a cualquiera, toman gente sin vocación.



Periodista: se tiene vocación para ser guardia cárcel



Pedro: Sí y no en mi caso, tuve vocación, por parte de mi familia, por mi viejo, mi tío, mi hermano, por la Penitenciaría, por la Policía Federal. Pero en mi caso, a mi me encanta la pilcha. Yo respeto mucho al uniformado. Al policía lo respeto, hay gente que no. Somos todos seres humanos. A mi los presos me querían todos, porque lo que yo hacía era respetar ante todo a la persona, al ser humano, obviamente que les ponía las cosas en claro, siempre dialogando, esto no esto sí, pero a mi me apreciaban mucho, yo los dejaba salir a trabajar, ellos cumplían y volvían, nunca tuve en ese sentido problemas. Pero con otro jefe no salían. Yo respeto a la persona, más allá de lo que haya hecho, la justicia es la que juzga el error de la persona. Hablaba mucho con los presos, les decía, que yo los tenía que cuidar, que tengan salud, si se mandaban alguna iban al calabozo.



Periodista: Alguna vez mandaste a fajar a algún preso?



Pedro: no mandé a nadie, lo fajé yo, pero es un hecho de lo que me arrepentí.



Periodista: cómo fue?



Pedro: fue cuando estaba haciendo el curso, le pegué a un preso en Devoto en el estómago, después me enteré que estaba operado, me arrepentí de hacer eso.



Pedro terminó contando su historia de vida dentro de las prisiones, indicando que “esto lo cuento anecdóticamente, como parte de mi vida, es lo que hice soy lo que soy, hay muchas anécdotas que puedo contar pero sería un reportaje más largo

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