Viedma.- Gabriel Navarro, integrante del Cuerpo Médico Forense de la Justicia de Río Negro y especialista en medicina legal, con especialidad de base en clínica médica en el cuerpo médico forense desde el año 1997, dialogó con los periodistas de El Delitometro y contó sobre su profesión y cómo está la medicina forense en Río Negro.
“Hacemos la “todología” de la medicina legal (de todo), graficado con respecto a los grandes centros como la Morgue Judicial de la Nación que es la expresión más importante dentro del país y de Latinoamérica”, explicó y mencionó que “existen los centros especializados dentro de la República Argentina en Rosario, Córdoba y Mendoza donde presentan mayor cantidad de recurso humano y técnico”.
Siete especialistas en toda la provincia y recursos elementales
En Río Negro, hay siete especialistas en toda la provincia y deben abarcar absolutamente toda la medicina legal. “No solamente en cuestiones de autopsias, sino que hay especialistas en tanatología, en lesiones, en psiquiatría forense, nosotros hacemos todo”, comentó.
En cuanto a recursos, especificó que dentro de las exigencias que requiere el área, cuentan con material, “Siempre han sido coherentes con estas cuestiones, faltan cosas y diría que muchas, las básicas las tenemos. Lo que faltaría es una organización de estructura más importante y no tener que acceder ante determinados casos, pero en sí, no tenemos inconvenientes cuando solicitamos algunas cosas”, fundamentó.
En cuanto a su profesión, expresó que “la muerte es parte de la vida y es la única certeza que tenemos cuando vivimos, ya que es el único destino cierto y no hay muerte sino nacemos”, explicó y fundamentó que existe la negación de la muerte como un proceso de la vida en forma general, es un proceso del comportamiento del ser humano que niega la muerte como un hecho natural.
La tarea del médico legista es tomar el conocimiento de todas las especialidades para traducirlo y ayudar a la justicia a resolver cuestiones relacionadas con cuestiones biológicas. “Excede a la cuestión individual para transpolar nos a situaciones que tienen que ver con la sociedad, trabajamos en definitiva curando cuestiones que tienen que ver con la sociedad en sí”, refutó Navarro.
La primera autopsia
“Las hice en Buenos Aires como practicante. Evidentemente es algo que me gustaba desde siempre, porque me metía en autopsias que hacia el patólogo o en otras relacionadas con hechos violentos. Lo tome siempre como algo natural, pero con muchísimo respeto, porque no creo que haya ningún médico legista que no trabaje con respeto, porque es un cuerpo muerto que sigue siendo parte de la vida”.
Casos complejos
En cuanto a los casos que le tocó abordar, explicó que lo más complicado es determinar el diagnostico de muerte. “Una vez que se produjo el diagnostico de muerte, en general se complica el caso, hay causas que son relativamente sencillas de descifrar y hay causas más complicadas, e inclusive hay autopsias blancas donde se determina que no se sabe cuál es la causa del fallecimiento”.
En las autopsias blancas no se puede determinar la causante de la muerte con los conocimientos actuales, hay que implementar estudios complementarios de muy alta complejidad que no se realizan en la provincia.
La medicina legal está muy relacionada con el derecho penal, en cuanto a la investigación y la calificación jurídica. “También está en el fuero civil la fundamentación que tiene que ver con la psiquiatría forense, que es para declarar insanos, etc, son cuestiones que se dan más en el fuero civil o el laboral.
Casos en la provincia
Gabriel Navarro participó en colaboración del doble crimen de Río Colorado en la reautopsia, donde se hizo la exhumación en el año 1998, donde intervinieron médicos forenses de todas las circunscripciones. También participó en el Segundo Triple Crimen de Cipolletti, a pedido del Superior tribunal de Justicia.
Por último, Navarro opinó que sería lo ideal que los legisladores, tomarán el asesoramiento de médicos legistas en determinadas cuestiones, como por ejemplo el testimonio de los menores en la Cámara Gessell. “Dicen que la puede tomar un especialista en psiquiatría infantil y cuando hicieron la ley creo que no había ni siquiera un profesional de ese tipo en la provincia”.
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