lunes, 15 de noviembre de 2010

Cristina Cevoli sobre los represores: “Se nos están fugando al infierno y se llevan las verdades”



Viedma.- Cristina Cevoli, esposa del desaparecido Bachi Chironi, hizo una reflexión sobre la detención de Vicente Floridia. Dijo que personalmente le confirmó que secuestró a su marido y pretende que se aceleren los juicios a los represores.
“Lo veníamos denunciando allá por el 84, en las primeras declaraciones como uno de los participantes en distinto eventos en esos días, entre ellos el traslado de mi marido que estaba detenido en la Policía Federal de Viedma y el día 15 de diciembre lo sacaron sentado en el auto, Floridia, Vereida y una tercera persona que no sabemos quién es. Fueron cerca de la estación, lo encapucharon, lo ataron y lo tiraron en el auto y arriba de él arrojaron a otra persona·, comentó Cevoli en el comienzo de la nota en el delitometro.
Cevoli dijo que la otra persona que arrojaron junto a Chironi era Jorge Abel y agregó que “hicieron un allanamiento en la casa de mis padres buscando armas en el patio. Escavaron todo el patio y participó gente del distrito militar, con Padilla Franco a la cabeza y de la Federal con Jorchetti al frente”, detalló.
 Precisó que en el allanamiento también estaba Floridia, Goncalvez y todos los que trabajan en la Policía Federal en ese entonces. “Pasaron unos días y Floridia fue a la casa de mis padres a llevar un papel y atendí yo, me dijeron “que haces vos acá”, a lo que respondí que estaba en la casa de mis padres y les pregunte qué hacen ustedes acá. Parece que eso les molestó, porque me dijo, “hacete la viva que te voy a llevar a Bahía como lo lleve al otro, el otro era mi marido”, contó Cristina Cevoli.
Con respecto a Floridia, dijo que después de un tiempo no lo vio nunca más. “Sabíamos que estaba viviendo acá cuando revisamos papeles para ver quiénes eran los que estaban trabajando en ese momento en la Federal”, contó y recordó que en el año 1984 lo mencionaron pero paso desapercibido, “tal es así que en el juicio están imputados Contreras y Goncalvez, que son otros dos represores locales con libertad vigilada en Viedma”.  
“Tengo la teoría que la justicia cuando es lenta no es justicia y en todo este proceso pasaron 34 años. Estos tipos que torturaron, mataron, desaparecieron personas adultos y menores, porque se apropiaron de los hijos de nuestros compañeros se nos están fugando al infierno y se llevan las verdades”, finalizó Cristina Cevoli.

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