jueves, 11 de noviembre de 2010

Pidieron 6 años de prisión para Miguel LLambay, junto a otro caso similar ya suman 9 años



Viedma.- Adriana Zaratiegui y Raúl Campora, abogado querellante, consideraron que las lesiones pasaron de graves a gravísimas tras el informe del Cuerpo Médico Forense. Tanto fiscalía como querella pidieron seis años de prisión. Sumados a la condena anterior Llambay suma 9 años de prisión por dos hechos de similares características.
 Seis años de prisión por el delito de "lesiones gravísimas". Ese fue el pedido de condena de la fiscal de Cámara Adriana Zaratiegui para Miguel Ángel Llambay tras ampliar su acusación en base al informe del Cuerpo Médico Forense que aseguró que Antonio Alegre sufre ataques epilépticos "irreversibles" a raíz del botellazo que recibió en la cabeza el 23 de diciembre de 2007, hecho que se le adjudica al imputado. De "graves" pasaron a "gravísimas" las lesiones, ampliación a la que adhirió el abogado querellante Raúl Cámpora.

"La vida de Antonio no volverá a ser la misma. No podrá cumplir sus sueños ni su plan de vida de ser carpintero", sostuvo la fiscal. El defensor Manuel Maza pidió la absolución.
A su turno Llambay consideró que "se me está tratando como el enemigo público número uno; tampoco soy un cordero. Cuando mataron a mi padre le dieron 10 años a quien lo hizo y no estuvo ni un solo día preso. Me dijeron que el muerto pesaba y en este caso me parece que es igual. En la otra causa tuve una pelea con un boxeador profesional y dos patovicas y me condenaron a 3 años sin tener en cuenta que no hubo denuncia. La verdad, en mi vida me hice cargo de todo. Veo una terrible alevosía contra el apellido Llambay".
Si bien admitió que la noche del hecho compró un champagne, dijo que se lo tomó con la chica que lo acompañaba pero que no le pegó a Alegre. "No necesitaba pegarle con una botella", agregó al negar que, tras el episodio, se le haya prohibido el ingreso al local donde ocurrió todo.
En los alegatos el querellante destacó que las lesiones de Alegre pusieron en riesgo su vida, con consecuencias cerebrales irreversibles. Destacó que su situación económica, con un padre jornalero y una madre dedicada al trabajo doméstico, no le permiten sostener tratamientos médicos privados. Por los antecedentes, con una condena cumplida y una dictada recientemente por un hecho similar, coincidió con el pedido de la fiscal de 6 años de prisión.
Zaratiegui subrayó lo relatado por el testigo Formigo, quien socorrió a Alegre cuando éste cayó al piso tras recibir el botellazo y observó a Llambay con parte de la botella en una mano, así como que el imputado le ofreció dinero al padre de la víctima tras el hecho. "Si no tenía nada que ver ¿para qué lo hacía?", valoró. Además de la pena, pidió al Tribunal que fije una indemnización por daño moral y material.
Por su parte el abogado defensor admitió que "Llambay resta más de lo que suma y acá veo mucho de esto", al puntualizar que ningún testigo dijo que lo vio pegar el botellazo. "No hay ninguna prueba directa de cargo", remarcó, señalando también contradicciones en los testigos. En cambio rescató testimonios que desvinculan a Llambay del hecho.

Fuente: Río Negro

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